De escapadas de montaña a cómo una se planifica

FINANZAS PERSONALES

5/7/20253 min leer

Regreso de pasar unos días en las montañas. Estas escapadas ya sean para descansar o explorar nuevas rutas, se han convertido con los años en algo esencial. No dejan de sorprenderme. Disfruto cada vez más de cada paisaje cambiante, los pequeños matices de la naturaleza, y todos los momentos compartidos llenos de risas, intercambios, sueños, alguna que otra lágrima, y charlas al andar.

Son espacios de poder estar, ser, detenerse, escuchar, compartir y conectar con lo esencial. Cuando el ruido desaparece y se genera el espacio, surge la idea de que la felicidad tiene que ver con algo más. Y no necesariamente con grandes cosas. Quizás por eso buscamos revivir esos momentos y actividades que nos acercan a nuestra esencia y a las personas que amamos.

Me pregunto si esas experiencias son las mismas que nos movían en la infancia, e intuyo que algo de eso hay. Para mí una de ellas es estar en la naturaleza; para ti quizás sea el crochet, tocar el piano a lo Little Richard o bailar como si no hubiera un mañana. Para gustos, colores.

Buscando una vida más orgánica

Hablando con una amiga, me comentaba cómo desearía llevar una vida más orgánica. Ella, amante de la naturaleza como yo, le gustaría combinar el vivir unos días de la semana en un entorno más natural y el resto en la ciudad cerca de su trabajo. Y no tengo la menor duda que encontrará el camino. Sólo necesita tener claro aquello que genuinamente desea (y lo tiene clarinete), un plan, accionarlo y que la vida haga también su magia. Y en ello está.

No sé cuáles son tus inquietudes y aquello que te acerca a tu esencia. Tal vez tengas un negocio que has creado con mucho esfuerzo y cariño y sientes que necesitas darle una vuelta. O tengas una idea o proyecto que desearías materializar. Quizás atravieses una etapa de cambio y necesites reorientarte. O simplemente te preguntas sobre tu futuro y quieres ocuparte de él: comprarte una vivienda, poner en orden tus deudas, tomarte unos meses de parón, ayudar a tus hijos, o preparar tu propia jubilación.

Del sueño a la acción

Lo que he aprendido a lo largo de mi camino es que soñar sin materializar nos puede dejar en el terreno de la fantasía, mientras que planificar y accionar sin una visión clara nos puede mantener estancadas o perdidas. Ojo, que a veces es lo necesario. Pero como comentábamos con mi amiga: si no tenemos claro nuestro punto de partida, ¿cómo vamos a trazar una ruta hacia donde queremos ir?

Reconocer dónde estamos requiere de una mezcla de ilusión combinada a veces con cierta incomodidad, honestidad, paciencia y una pizca de valentía. Rara vez encontramos un camino recto y despejado hacia nuestras metas. Te hablo desde mi propia experiencia. Sin embargo, con el tiempo, las piezas van encajando. Cada giro inesperado, cada desvío, te regala una nueva perspectiva y una sabiduría que no habrías adquirido de otra manera.

Llegada a este punto, quizás te preguntes: "Todo esto suena muy bien (espero), pero ¿por dónde empiezo exactamente?" Pues bien, te voy a revelar una de las herramientas menos sexys (pero poderosas) de la historia: el presupuesto. No, no lo has leído mal.

Sí amiga, sé que la palabra "presupuesto" puede provocar tanto entusiasmo como una visita al dentista. Pero piénsalo así: no es un castigo divino (eso se lo dejamos a la inflación, tema que ya abordaremos en otra ocasión), sino una linterna que ilumina el camino hacia tus sueños o inquietudes.

Manos a la obra

Te propongo un pequeño reto: dedica un tiempo tranquilo a reflexionar sobre tus necesidades, verdaderos objetivos vitales e incluso aquellos que te hacen brillar los ojos. Permítete primero soñar y luego vete aterrizando esas ideas poco a poco (esto toma su tiempo). Ya tendrás luego tiempo de ir ajustándolas con la realidad. Primero hay que soñar.

Con esa claridad, el siguiente paso es sorprendentemente sencillo. Revisa tus últimos meses de ingresos y gastos y anota con honestidad a dónde va realmente tu dinero. Organízalo por categorías concretas (y no, "varios" o "extras" no son categorías válidas, por mucho que nos gustaría esconder ahí ciertos caprichos).

Este mapa financiero actual será el punto de partida para la parte más emocionante: proyectar hacia tu futuro deseado y tender los puentes necesarios para llegar allí.

Como bien sabes, Roma no se construyó en un día, pero sí comenzó con alguien colocando la primera piedra. Mi amiga después de la conversación que tuvimos ya se ha puesto manos a la obra con su presupuesto, creando un mapa que le acerca a esa vida más orgánica que anhela.

Y tú, ¿Te unes a diseñar tu ruta? ¿Alguna vez has tenido una experiencia similar?